¡Venceremos!

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martes, 16 de marzo de 2010

La política según las leyes del mercado

El sistema capitalista neoliberal, tecnócrata por definición, somete todos los órdenes de la vida humana a la lógica financiera, a las leyes de la mercadotecnia. Entre todos ellos, está la política y su fenomenología. Es decir, la política y el político, se transfiguran en producto, y se venden, se compran, se trafican. Salen en la tele en una publicidad diseñada por un asesor de imagen y un departamento de mercadotecnia a que uno los compre con su voto.
Allí es donde en el packaging deja de haber lugar para las ideas. La ideología, el pensamiento crítico, la opinión no se puede vender. Lo que sí se vende es la imagen, la onda, la pose, etcétera. Pasa igual con el amor, fíjese Ud. El amor, el cariño no se pueden vender, a diferencia del sexo, que de hecho se vende todo el día, a través de Internet, de mandar "COLA" al 2020, de los programas de cholulaje, etc.
Pero detengámonos un momento ahí. Fíjese en las discusiones de los programas de Rial o alguna otra hez equivalente de la motoniveladora cerebral mediática. Haga el experimento, no tema. Los daños neuronales son solo permanentes por encima de la media hora de exposición. Se encontrará seguramente con algún combate de egos sin ningún tipo de significado o trascendencia pero lleno de mentira e infantilismo. Sin embargo, no caeremos en el lugar común (y errado según veremos) de tildar a estos programas de idiotas, o llanamente pelotudos. Son fenómenos mediáticos que responden a un formato fríamente estudiado según las leyes de la mercadotecnia neoliberal. Las características de las personalidades que allí aparecen, ese vaciamiento y estupidez de la que hacen gala, están calculados, estimado lector, para generar estima e interés por parte del ciudadano promedio con acceso a un televisor.
Y dígame ahora, cuando hablamos de ausencia de trascendencia, significado o contenido, pero exceso de estupidez, mentiras y competencias egomaníacas infantiles... ¿No le recuerda algo? A mí, personalmente, a las declaraciones del licuado de caca multicolor que es la oposición derechosa, lo cual es coherente con nuestra hipótesis de que los políticos sometidos a los poderes del neoliberalismo se venden cual McCombo sabor sorete. Es decir, la táctica política de la oposición es la apelación a la estupidez del electorado.

Sin embargo, no nos dejemos llevar. Si bien sus declaraciones carecen de trascendencia, las políticas de derecha total que defienden no. Y ello nos lleva a otra arista del fenómeno Todo x $2 político. La topadora neocortical radiotelevisiva nos impone un modo de discusión político absolutamente personalista, centrado en características choluleras y vacuas, y presentando seudohechos, interpretaciones, subjetividades y rumores como verdades certificadas. ¿Hizo la tarea de ver el programa de Rial? ¿Y no le encuentra alguna reminiscencia por aquí?
Y ahora, una pregunta importante: ¿y la discusión ideológica? ¿la ideología, tiene alguna relación con la política, o es como mezclar patos con naranjas? Imagínese por un segundo que se sienta con Carrio y le pregunta "Lilita... ¿cuál es tu ideología?" ¿Qué respondería? ¿Y con Gerardo Morales? Hmmm... ¡Patricia Bullrich! ¿No? ¿Stolbizer? Podríamos seguir ad infinitum ad nauseam pero el punto que quiero demostrar, y que es lo que me interesa, es que esa pregunta y esa discusión no existen, estimado lector, porque no venden. La tecnocracia mercadoteista no deja lugar para esas tonteras que no generan dinero, y en el caso que estamos analizando, no generan votos (la "moneda" política).
Sintetizando entonces, la oposición se vale de las armas que le presta el conglomerado mediático, y se vale también de sus reglas extraídas de la escuela de la mercadotecnia neoliberal más ortodoxa, para aumentar su exposición y marketinearse. Su fin, es bloquear al oficialismo en sus intentos de reforma... su lógica, aparentemente (y permítaseme incurrir en el pecado de la interpretación boladecristálica ampliamente criticado más arriba, pero constando que Ud. querido lector está prevenido a partir de ahora, a diferencia de los núbiles palomos que creen cada palabra que emite la caja mágica de luces del living) es que si Cristina Fernández hace un gobierno tranquilo, efectivamente propulsa las medidas que se propone y éstas son exitosas, no hay mas quién los corra de la Casa Rosada.


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